Claudia López Gari

Llevé a mi hijo para un diagnóstico de TEA con la doctora que afirmó realizar el test ADOS. Tras un cuestionario detallado, programó dos consultas, una con los padres y otra con el niño. Al final de la segunda sesión, nos dijo no tener las herramientas ahí para el test y nos pidió agendar en su otra consulta. La sorpresa fue que en esta sesión repitió exactamente las mismas preguntas que en la anterior. Tras 30 minutos y después de repetirle por qué estábamos ahí, me responde que no sabía, que según ella yo no le había dicho. Me dijo que de todas maneras ella lo veía innecesario porque no creía que mi hijo tuviera TEA y ofreció realizar igual el test si yo quería, exigiendo otra cita. Salí molesta y frustrada, perdiendo tiempo y dinero.